La política peruana está tomada desde hace décadas por el poder económico. Es decir, por los grandes empresarios, por ese grupúsculo privilegiado que tienen las mayores fortunas del Perú, manejan monopolios o cuasimonopolios, y que gobierno tras gobierno se convierten en el poder detrás del poder, aliándose, corrompiendo, manipulando, amedrentando al gobierno o simplemente convirtiendo en socio al presidente de turno. De Toledo a García, pasando por Humala y evidentemente a Kuczynsky, el capitalismo neoliberal vive y nos está matando. Si en los anteriores gobiernos los empresarios dependían de un político para hacer pasar sus leyes disfrazadas de política, el gobierno de PPK fue la prueba plena de ese capitalismo neoliberal sin disfraz político, desnudo.