¿Qué pasará ahora? No seamos tan ingenuos de creer que veremos enmarrocados, en seguida, a AG, PPK y Keiko, como seguramente merecerían. Contemos con que cada cual seguirá dando pelea a muerte para evitar la cárcel y salvar su imagen. Probablemente aduzcan que los aportes de campaña no son ilegales, u opten por sacrificar al nexo receptor del dinero asegurando que nunca se enteraron de esa ¨donación¨. Está por verse. Sin embargo, en Suiza más pronto que tarde se abrirá al Perú el servidor que guarda las cuentas de la caja 2 de Odebrecht por donde pasaron los sobornos. Mientras tanto, veremos qué acciones toma el presidente frente a esta causa más de deterioro de su precario liderazgo e imagen. Veremos en primera fila y comiendo canchita cómo los ahogados dan sus manotazos desesperados.