Yo que también soy madre y me conmuevo por lo sucedido con casos como el de la pequeña Jimena, yo que soy peruana y me avergüenzo de ser parte del tercer país con mayor cantidad de violaciones en el mundo, quiero contribuir ofreciendo una mirada menos impulsiva y más racional de este enorme y grave problema estructural que tenemos. 

Los denunciados son solo la punta del iceberg. La mayor parte de violaciones suceden sin denuncias de por medio. Más aun, las intrafamiliares. Y ese es uno de nuestros mayores problemas. 

No solo somos un país de violadores, sino también de encubridores. Si de verdad queremos lograr proteger a nuestros niños y niñas, es hora de enfrentar con inteligencia y estrategia el grave problema que tenemos y que permanece aún en gran parte oculto.



Foto: (lanacion)